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La huerta de Valencia
Esos campos tendidos que a secar
disfrutando el placer del sol naciente
en llano y rectilíneo recipiente
propensas con el líquido a soñar
borrachas de aguardiente.
Esos mismos que ignoran que el nevar
son gotas de un glaciar que se fundiera
y, hete aquí, que al llegar la primavera
lucen mantos con flores de azahar
que adornan su mollera.
Y que un día a partir sus diferencias
ella misma inventóse a un Tribunal
que marca sobre el agua el bien y el mal
y además de regar lava conciencias
del que es más animal.
Donaciano Bueno
1 – Cuadro original:
Nota: todos los pasteles se sirven montados en passepartout