Arrozales
La naturaleza habla dejando en los regazos
de sus paisajes nuevas muestras
de fuerza y poder.
Escucha, no desmayen tus oídos cansados
por los ruidosos espacios de la ciudad.
Descansa en un nuevo día de
campo de luces artificiales que
emanan oscuridad y
pierden propósito,
de alumbrar.
Que no se aleje en tus oficios la naturaleza y
aprecies diario su grandiosidad
Que en sus segundos, cada uno de ellos
ninguno igual
sea generosa,
se refleje en los ríos,
esperando en calor
incomparable
del sol en un día de campo.
Entregada se ve en el tiempo, en cada minuto
indispensable que cela el transcurso de veranos y
las hojas caídas de los almendros,
en el fruto dulce de un cerezo.
Se esmera en proteger la ranura, tranquila
encuentra lechos de flores, espacios
que ella misma preparo
montaña, mar, y desierto.
1 – Cuadro original: